La agricultura intensiva de la provincia de Almería, España, es un modelo de explotación agrícola de alto rendimiento técnico y económico basado en el empleo racional del agua, el enarenado, el uso de invernaderos de plástico y la elevada capacitación técnica.
El mar de plástico de invernaderos que cubre los cultivos almerienses es una de las pocas construcciones humanas que se pueden ver desde el espacio.
Ha sido el elemento impulsor de la economía de Almería desde los años 60, capaz de un alto nivel de producción para el consumo nacional y la exportación. Esta provincia alcanza las 30.000 hectáreas de productos protegidos bajo plástico y alcanza una media de 18.000 agricultores, unas cifras que sitúan al sector a la cabeza de la producción hortofrutícola en Andalucía.
Los productos más representativos son el tomate, el pimiento, la berenjena, el calabacín, el melón, la sandía o el pepino. Incluso existe una indicación geográfica con denominación de origen: Tomate de La Cañada-Níjar.
En nuestra visita a los cultivos bajo plástico almerienses nos recibió Lola, una mujer dinámica y apasionada de su trabajo que nos sirvió de guía y nos orientó con sus interesantísimas explicaciones.
Con ella comprendimos la importancia de esta forma de cultivo para la economía almeriense y aprendimos cómo es su día a día en el invernadero: el proceso de selección de semillas, el empleo de métodos ecológicos para el control de plagas eliminando así los productos químicos, los innovadores métodos de riego...
Al final del recorrido nos ofrecieron una degustación de hortalizas diferentes (tomate, pepino, pimiento...) aderezadas con aceite de oliva, pan y miel. ¡Todo estaba delicioso!
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